martes, 26 de febrero de 2008

Inacción afecta reclamo del Esequibo




Inacción afecta reclamo del Esequibo
Área para Venezuela negociar con Guyana se redujo por laudo con Surinam


REYES THEIS
EL UNIVERSAL 26 de Febrero de 2008
A finales de 2007, Surinam y Guyana delimitaron sus fronteras y límites marítimos a través de un laudo, hecho que pasó inadvertido en Venezuela -y lo que es peor- en su gobierno.
De acuerdo al documento académico La conformación geográfica parte III, elaborado por el coordinador de la Unidad de Guyana del Ministerio de Relaciones Exteriores, almirante (r), Elías Daniels, a partir de la sentencia del tribunal arbitral del 17 de septiembre pasado, "se creó una nueva geografía marítima" para Venezuela, Trinidad y Tobago, Barbados, Guyana y Surinam.
Según el almirante, con el Laudo, "ahora las áreas marinas y submarinas para negociar y repartir (entre Guyana y Venezuela) se han visto reducidas considerablemente".
Fruto de la decisión, el espacio marítimo sobre el cual pueden llegar a un acuerdo Guyana y Venezuela se establece en un polígono que en su borde exterior tiene aproximadamente 127 millas náuticas. Antes del referido Laudo, el área no estaba definida.
Punto álgido
El laudo Surinam-Guyana establece una zona llamada Devonshire Castle Flat -ubicada dentro del área que Venezuela reclama- como punto para calcular la equidistancia para el establecimiento del límite marítimo entre esas dos naciones.
Ese aspecto no fue advertido por el Gobierno de Venezuela, más sí por el de Surinam, quien objetó que se usara ese punto debido a la antigua reclamación venezolana. No obstante, el tribunal no acogió la protesta y avaló la tesis guyanesa de que Surinam pertenece a la Comunidad del Caribe (Caricom) y por tanto apoya los pronunciamientos de esa organización, que respaldan la soberanía guyanesa sobre ese territorio.
Guyana alegó, además, que su límite terrestre con Venezuela fue establecido por un tribunal internacional competente en 1899. Se refiere en este caso al Laudo de París, declarado nulo e írrito por Venezuela, hecho que mantiene vigente la reclamación sobre el Esequibo. En este aspecto, de nuevo la diplomacia venezolana volteó hacia otro lado y guardó silencio.
De brazos cruzados
Según el embajador venezolano Sadio Garavini, quien fuera jefe de la misión venezolana en Guyana, Venezuela debería haber emitido una declaración, destacando que un país como Surinam está tomando en cuenta la reclamación venezolana. "Eso debería haber sido aprovechado desde el punto de vista político y que quedara como constancia jurídica", opinó.
Según Garavini, "el hecho que Venezuela no haya dicho nada es craso error y peor que eso, es una prueba más de que está abandonando su reclamación objetivamente".
Por su parte, en el documento académico del almirante Daniels, se señala que a pesar de que las apreciaciones, consideraciones y decisiones del laudo entre Guyana y Surinam no le son vinculantes, Venezuela debe dejar claro que la controversia territorial existe y que actualmente se rige por el acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Añade que la referida sentencia trae consigo algunas complicaciones producto de la "inacción y de la falta de reacción oportuna", por lo que reitera que "la soberanía debe ejercerse, preservarse y reclamarse mediante acciones y actuaciones oportunas que expresen voluntad y determinación".
Venezuela, de esta forma, deja pasar la oportunidad para destacar que su reclamo seguía vigente y que nada de cuanto acordaran Guyana y Suriname tendría efecto en su posición. Eso fue precisamente lo que hizo el Reino de los Países Bajos en 1900, tras la sentencia del laudo de París entre Guyana Británica y Venezuela en 1899.
En la Cancillería venezolana no hubo respuestas al requerimiento de información sobre el tema.
rtheis@eluniversal.com

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