miércoles, 23 de abril de 2008

Así son las cosas "Tanto Mallet-Prevost como Lovera de Sola merecen recibir un reconocimiento

Así son las cosas
"Tanto Mallet-Prevost como Lovera de Sola merecen recibir un reconocimiento".
OSCAR YANES
Tremendo saqueo
Yo asocio mucho el despojo que sufrió Venezuela en la Guayana llamada Esequiba con el saqueo de que fue víctima Caracas, cuando no es exagerado decir que le quitaron todo.
Los dos robos se pueden asociar por diversas razones: en ambos casos los dirigentes políticos "se hicieron los locos" para "no agarrar el toro por los cuernos"; es decir para no comprometerse; en esas dos acciones de pillaje la resignación del ciudadano común lanzó una cortina de olvido, y también, lo más grave fue que en los dos despojos se alzaron dos voces que demostraron el atropello y nadie hizo nada.
En el robo de Guayana, Severo Mallet-Prevost denunció con pelos y señales el escandaloso saqueo (los ingleses nos robaron ciento cincuenta y nueva mil kilómetros cuadrados) y en el caso de Caracas, una mujer, Irma De Sola, en una obra fundamental para conocer esta historia: Contribución al estudio de los planos de Caracas invita a toda la nación a defender la integridad de la capital de Venezuela, salvajemente mutilada, pero igual en el caso de Guayana nadie reaccionó como debía ser.
Tanto Mallet-Prevost como Irma De Sola merecen recibir un reconocimiento. Pelearon, pero los dejamos solos.
Un busto de Mallet-Prevost en el punto más conflictivo de la frontera con Guayana y enseñanza permanente en las escuelas sobre ese escandaloso fallo de París en donde nos despojaron una superficie igual a la del Zulia, Táchira, Mérida, Trujillo, Lara, Falcón, Yaracuy, Carabobo, Aragua, Vargas y Distrito Federal.
Y en el caso de Caracas bautizar una escuela caraqueña con el nombre de la escritora y también una sala de la cartografía nacional que hoy se llama Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar. Y pedir que se le devuelva a Caracas lo que arbitrariamente se le quitó y se le entregó al Estado Miranda.
El último despojo que se le hizo a Caracas, ante la complicidad e indiferencia total fue crear el absurdo estado Vargas, cuando el litoral y Caracas histórica y políticamente siempre fueron una sola entidad.
Después de la Revolución de Abril, Antonio Guzmán Blanco, triunfante, organiza el Distrito Federal y permite que su propio nombre vaya a borrar el de Aragua que temporalmente se llamará Estado Guzmán Blanco. Así mismo sufren cambios nominales otros estados como Barinas que en adelante se llamará Zamora en memoria del funesto caudillo de la Federación; a Coro se le da el nombre de Falcón; Mérida se apellida Guzmán en homenaje al padre de Guzmán Blanco; Maracaibo se cambia por Zulia y Margarita por Nueva Esparta".
En el Así son las cosas publicado el pasado viernes ("El Mapa de Guzmán"), recordamos como en la propuesta del Ilustre Americano los veinte estados se convierten en "nueve grandes entidades políticas".
En todas las reformas al mapa político venezolano, Caracas ha terminado perdiendo espacio

martes, 15 de abril de 2008

Ideología y política exterior

Sadio Garavini di Turno

La política exterior de un Estado puede definirse como un proceso de fines, medios, acción y resultados, que se concretan en actos oficiales, verbales y no verbales, hacia un actor o actores en el sistema internacional. El conjunto de estos actos dirigidos al exterior forma un todo más o menos coherente de políticas exteriores sectoriales y regionales. La política exterior de un Estado además depende, básicamente, de dos factores: 1) Las necesidades y estímulos internos del Estado, como la supervivencia, el desarrollo socio-económico etc. 2) Los estímulos y desafíos que provienen del sistema internacional. Ambos factores condicionan la política exterior, en la medida y en la forma, como sean percibidos e interpretados por las personas que tienen la función de seleccionar y jerarquizar los fines del Estado, o sea los encargados de la toma de decisiones. Los fines del Estado, a su vez, están condicionados por el potencial del Estado, que tiene elementos tangibles (e.g. territorio, población, recursos naturales, recursos militares) e intangibles (e.g. nivel técnico y educacional, homogeneidad nacional). En la Venezuela actual, hay un “único y supremo” encargado de la toma de decisiones. Por tanto, el caudillo selecciona y jerarquiza los fines del Estado venezolano, de acuerdo a la percepción e interpretación que tenga de las necesidades y estímulos internos y de los desafíos y estímulos externos. Para colmo, su megalomanía le hace ver patológicamente hipertrofiado el potencial de Venezuela. Está convencido de que Venezuela es una gran potencia, cuando apenas somos un Estado mediano, subdesarrollado, monoproductor y monodependiente que, coyunturalmente, disfruta de abundantes recursos fiscales. Por tanto, tenemos una política exterior definitivamente “sobrextendida”. Pero lo más grave es que los “lentes ideológicos”, con los cuales Chávez interpreta el país y el mundo, lo conducen a actuar en contra de los intereses y fines permanentes del Estado venezolano. La ya evidente asociación con los narcoterroristas y secuestradores de las FARC ha conducido a un marcado deterioro de las relaciones con Colombia, la relación bilateral más importante de Venezuela, nuestro segundo socio comercial, con el cual tenemos en común la frontera viva más relevante de América Latina Por la anacrónica ceguera ideológica del “Supremo”, estamos, estúpida e innecesariamente, enfrentados con EEUU, nuestro mercado natural y primer socio comercial. Por esa misma “ceguera” ideológica, Chávez no está defendiendo los intereses de Venezuela en relación con la reclamación del Esequibo y nuestra “salida libre” al Atlántico, en la cual están en juego enormes potenciales de hidrocarburos. En marzo del 2004, Chávez declaró que Venezuela no se oponía a que Guyana otorgara unilateralmente concesiones y contratos a compañías multinacionales en el Esequibo, con lo cual acabó con 40 años de diplomacia venezolana y entregó unilateralmente y, a cambio de nada, una de nuestras pocas armas de negociación. En efecto, la posibilidad de desestimular los proyectos de inversión foránea en el Esequibo era una de las escasas herramientas que Venezuela tenía, para deteriorar las ventajas que la posesión del territorio le concede a Guyana. Desde entonces, Guyana tiene una poderosa razón más, para no negociar. El “Supremo”, en febrero del 2007, deslegitima la reclamación venezolana, al repetir una declaración del embajador guyanés Ishmael, reafirmada después por el canciller Insanally, en la cual se afirma que la reclamación fue sólo producto de la presión de los Estados Unidos para desestabilizar el gobierno filocomunista de Cheddi Jagan, en plena Guerra Fría. Lo cual es históricamente falso. La política exterior de un Estado serio no puede manejarse de esta manera. La irresponsabilidad, al final, se paga.

martes, 8 de abril de 2008

Otra vez Guyana

Alfredo Michelena
Martes, 1 de abril de 2008
Publicado en: http: //www.analitica.com/va/internacionales/opinion/5168866.asp
A pesar de que el comandante-presidente asciende al poder 100 años después del Cabito, los errores sobre el Esequibo se repiten.
La reducción de nuestra legítima reclamación sobre el territorio Esquibo, y en especial el Acuerdo de Ginebra (1966), a una maniobra del imperialismo y sus lacayos- léase el gobierno venezolano de la época- es al menos un exabrupto histórico que compromete seriamente nuestros derechos soberanos sobre este territorio.
Las palabras –o silencios- y acciones-u omisiones- del Comandante, así como las de su gobierno, comprometen las posiciones de Venezuela. Este no es un asunto ligero donde hoy digo algo como, "no le vuelvo a hablar" y a la semana lo llamo por teléfono.
La Venezuela de los años sesenta cuando Inglaterra aceptó el Acuerdo de Ginebra no era la misma de los últimos años del siglo XIX, cuando se nos impone el Tratado de Arbitraje y la sentencia del Tribunal. En los sesenta el presidente venezolano contaba con la legitimidad de un gobierno democrático y el apoyo de las diversas fuerzas políticas en la defensa de nuestra soberanía. Para la discusión del Arbitraje, tanta era la debilidad de los gobiernos venezolanos que el incipiente "imperio norteamericano" guiado por la doctrina Monroe- es decir, su interés de sacar al imperio británico de sus zonas de influencia- asumió nuestra 'representación' y evitó las pretensiones inglesas de llegar al Orinoco. No hubo reclamos por parte del gobierno del Cabito ni de este arbitraje, ni del hecho por el Rey de Italia para fijar los límites entre Inglaterra y Brasil. Más aún Brasil aprovechándose en esta debilidad cambió del Tratado de Límites y Navegación Fluvial de1859, donde se reconocían nuestros derechos sobre el Esequibo.
Fue justamente la firmeza y continuidad de los gobiernos democráticos lo que permitió remendar los errores del pasado al hacer que Inglaterra y luego el gobierno guyanés aceptara que no sólo que Laudo Arbitral de 1899 es nulo e írrito, sino la búsqueda de soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia.
Atacar a los gobiernos de Betancourt y Leoni diciendo que actuaron por designios del imperialismo norteamericano, como lo hizo Chávez en República Dominicana, es incorrecto históricamente y da argumentos a Guyana en su pretensión de que abandonemos nuestra reclamación. Pretensión sustentada en una afinidad político-ideológica construida sobre el anti-imperialismo militante del Comandante.
alfredomichelena@gmail.com

domingo, 6 de abril de 2008

INFORME QUE LOS EXPERTOS VENEZOLANOS PARA LA CUESTION DE LIMITES CON LA GUAYANA BRITANICA PRESENTAN AL GOBIERNO NACIONAL. Ficha Tecnica




1. Título:
INFORME QUE LOS EXPERTOS VENEZOLANOS PARA LA CUESTIÓN DE LÍMITES CON LA GUAYANA BRITÁNICA PRESENTAN AL GOBIERNO NACIONAL

2. Autores: Hermann-González Oropeza, S.J.

Pablo Ojer-Celigueta, S.J

3. Tema:
Límites con la Guayana Inglesa

4. Descripción:

Este informe fue elaborado el 18 de marzo de 1965 y publicado en 1967. En él se hace un pequeño bosquejo sobre los títulos históricos de la Guayana Esequiba, el origen de la controversia anglo venezolana y la elaboración del primer mapa de Schomburgk de 1835, publicado por la Royal Geographical Society, y que no fue objetado por las autoridades británicas.
Se hace mención a las diferentes líneas Schomburgk y la documentación interna del Foreign Office británico. El compromiso de Venezuela y la Gran Bretaña fue de no ocupar el territorio disputado, sin embargom hubo diferentes intereses que conllevaron a la usurpación de los territorios ubicados al oeste del rio Esequibo.

El tratado de 1897 con sus implicaciones políticas y jurídicas:
Se hace una relación sucinta de de los vicios del Laudo Arbitral de 1899. efectuándose posteriormente un resumen de las conclusiones

5. Año de Publicación : 1967

6. Lugar :
Caracas

7. Editorial: Impreso por Cromotip

8. No de Paginas: 52.

9. ISBN:

10. Peso:
0,60.gramos

11. Ancho: 14.cmts

12. Largo: 21.25 cmts.

13. Tipo de papel: Bond base 20

14. Tipo de Publicación:
folleto de 1/16 avos


15. Temas Relacionados:

Venezuela-Límites con la Guayana Inglesa-Británica-Guyana; Guayana-Límites-Venezuela; Guayana-Esequiba-Reclamo; Reclamos-Territoriales; La Cuestión con la Guayana; Arbitraje-Venezuela Guayana Inglesa.

16. Agencia Gubernamental: Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela.

17. Colección:


Perteneciente a la serie de folletos y libros publicados sobre la divulgación de los derechos de Venezuela sobre los territorios de la Guayana Esequiba ubicados al oeste del río Esequibo.


18. Contenido:

1. Títulos venezolanos en Guayana.
2. La Controversia Anglo-Venezolana.
3. El Tratado Arbitral de 1897.
4. Los Vicios del Laudo Arbitral.
5. La Posición de Venezuela ante el Laudo.
6. Resumen de Conclusiones.

Apéndices:

I. La Gran Colombia Define Oficialmente su Frontera Oriental en el Esequibo.
II. Los Argumentos de Schomburgk carecen de base
III. Los Mapas de Schomburgk fueron Adulterados.
IV. Venezuela fue excluida del Tribunal.
V. Correspondencia crucial referente al Tratado de Arbitraje, que fue ocultada a Venezuela.
VI. La doble cara de Olney con respecto al valor del Acuerdo de 1850.
VII. Los Jueces Británicos fueron Influenciados por el Gobierno Británico.
VIII. El Laudo fue una Farsa.
IX. Comentarios de Prensa sobre el Laudo.


19. Mapas Gráficos y Croquis :

a. Mapa del Orinoco Esequibo (1545-1560) que demuestra la exploración del Esequibo y el traspaso de los españoles a la cuenca del Amazonas. Pág. 5
b. Mapa del Holandés Van Petten.Pág.6
c. Mapa de Robert H. Schomburgk (1835) que señala el límite de Venezuela y la Guayana Inglesa, (Esequibo) Pág. 9
d. Mapa de la Región Limítrofe con la Guayana Británica….Pág.15
e. Copia de las Páginas del Diario de R. J. Block, secretario Privado de Lord Rusell. Pág. 18
f. Gráfico de la entrada del Antiguo Fortín Español con la Señal de la Cruz en el río Esequibo que testimonia su presencia. pág. 29
g. Croquis del río Mazaruni elaborado por el Misionero Capuchino Mariano de Cevera en 1793, en el que se demuestra que sólo en las Bocas del Esequibo había presencia inglesa.Pág.30
h. Mapa preparado por el Colonial Office para ilustrar las instrucciones del Gobierno Británico a sus dos Árbitros a través de Sir Richard Wesbster.
i. Mapa de la British Guiana para ilustrar y las diferentes líneas propuestas así como para dar instrucciones a los abogados y árbitros por parte de las autoridades británicas.
j. Comunicación del bufete Curtis, Mallet-Prevost & Colt del 26 de Octubre de 1899 al Profesor George L. Burr donde se señala que los árbitros fueron forzados a aceptar la decisión. Con estricto carácter confidencial.
k. Mapa publicado por el ministerio de Relaciones Exteriores con la región limítrofe con Guyana que explica el avance de la línea Schomburgk sobre territorio venezolano.
20. Publicación en el blog de la Guayana Esequiba:
Esta edición digitalizada que iremos haciendo en forma fraccionada del “Informe que los expertos Venezolanos Para la Cuestión de Límites con la Guayana británica presentan al gobierno nacional”. Vendrá a enriquecer el conocimiento de las nuevas generaciones de venezolanos. A pesar de haber transcurrido 43 años de su elaboración el mismo mantiene plena vigencia, en el tiempo y en el espacio especialmente en estos momentos que se pretende, deslegitimar nuestro justo reclamo.